lunes, 1 de junio de 2015

La Pregunta

Nada es obvio. Nada es definitivo.
Una mente que piensa eso es una mente estancada que no se da lugar a su propia evolución. Y no te hablo de la evolución de la especie, sino de una evolución mas personal, interna y cognitiva.
Debemos verlo todo con ojos de niños curiosos, ese niño que camina descubriendo algo a cada paso. Desde este punto de vista el niño ya tiene instalada en sí una pesonalidad natural de filósofo.
Dudar de algo no es para nada malo. Debemos cuestionarlo todo, hasta lo mas obvio.
¿Esto significa que todo tiene una respuesta que nos satisfaga? No. 
Entonces ¿Para qué preguntar?

Mediante la pregunta se descubre el mundo. Nos descubrimos nosotros. 
Aquí, la respuesta no es lo importante. Lo es la pregunta. Que nos lleva a pensar, a ver y pensar la situación desde otra perspectiva, a pensar mas allá de lo que "deberíamos". Nos ayuda a abrir la mente y, ante una situación de incertidumbre, dar un paso atrás para tener una mejor visión, más panorámica respecto al "problema".
La pregunta nos invita a buscar, a avanzar. Estas dos últimas están instaladas en la naturaleza humana. El hombre por naturaleza es curioso, busca, interpreta y entiende (o no) lo que se le planta en frente. El hombre que se estanca, que no busca es un hombre perdido en sí mismo, en su ignorancia personal.

La pregunta es un ejercicio para la mente, para conocernos a nosotros mismos. Aunque la pregunta sea hacia algo ajeno a nosotros; igual nos estaríamos conociendo si tenemos en cuenta la forma mediante la cual tratamos de resolver esa pregunta. No es una pregunta porque si.

Esto no quiere decir que vivamos envuelto en la duda. Esto angustiaría mucho ¿No? Nos angustiaría esa contante situación de incerteza e incertidumbre, de no tener seguridades en nuestros conceptos. Lo correcto para el ejercicio de la pregunta sería partir desde esas certezas, que erróneamente consideramos como obvias y ya están naturalizadas en el pensamiento común, cuestionarlas tantas veces nos sea posible. De mas está decir que esto también se puede hacer con incertezas y que también se puede cuestionar toda respuesta resultante de esas preguntas y así sucesivamente hasta llegar hasta lo que nosotros creamos sea el núcleo, el principio de las cosas. Y aún así el hombre seguirá hasta el alma de cada definición.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario