lunes, 1 de junio de 2015

La Pregunta

Nada es obvio. Nada es definitivo.
Una mente que piensa eso es una mente estancada que no se da lugar a su propia evolución. Y no te hablo de la evolución de la especie, sino de una evolución mas personal, interna y cognitiva.
Debemos verlo todo con ojos de niños curiosos, ese niño que camina descubriendo algo a cada paso. Desde este punto de vista el niño ya tiene instalada en sí una pesonalidad natural de filósofo.
Dudar de algo no es para nada malo. Debemos cuestionarlo todo, hasta lo mas obvio.
¿Esto significa que todo tiene una respuesta que nos satisfaga? No. 
Entonces ¿Para qué preguntar?